Las aventuras nos suben la adrenalina, nos dan enseñanzas y reflexiones pero aún se vuelven más sorprendentes cuando son fascinantes.
Para mi, la aventura de ser maestro es lo que genera, pero no quiero verme soñando en un mundo color de rosa, por que como en toda aventura hay dificultades, en este caso en mi corto trayecto eh encontrado alumnos descuidados, padres desinteresados, momentos de flojera del maestro en fin todo esto que es parte de la aventura.
Como ya había comentado antes, considero que yo inicie esta aventura desde pequeña, cuando acompañaba a mi mamá a su escuela, o jugaba a la maestra con sus alumnos, así fui creciendo en un ambiente de magisterio, y poco a poco le fui tomando el gusto, ahora entiendo que se transformo en vocación, debo comentar que antes dude un poco de estudiar la normal, pero ahora estoy convencida que fue la mejor decisión que pude tomar y soy muy feliz en mi trabajo.
Aunque me falta mucha mucha experiencia, pues solo tengo un año de servicio, me he percatado que hay muchas necesidades que cubrir, y paradigmas que resolver para poder concluir satisfactoriamente esta aventura.
Al comenzar mi práctica docente me di cuenta y confirme lo que dice Ma. Del Carmen Diez, resumiendo sus palabras la escuela es el segundo hogar, por lo tanto como docente me siento comprometida a dar lo mejor de mi como persona, para que el trabajo cotidiano no sea obsoleto más bien sea una herramienta para nuestros alumnos, concluyo comentando que la aventura apenas comienza…
Para mi, la aventura de ser maestro es lo que genera, pero no quiero verme soñando en un mundo color de rosa, por que como en toda aventura hay dificultades, en este caso en mi corto trayecto eh encontrado alumnos descuidados, padres desinteresados, momentos de flojera del maestro en fin todo esto que es parte de la aventura.
Como ya había comentado antes, considero que yo inicie esta aventura desde pequeña, cuando acompañaba a mi mamá a su escuela, o jugaba a la maestra con sus alumnos, así fui creciendo en un ambiente de magisterio, y poco a poco le fui tomando el gusto, ahora entiendo que se transformo en vocación, debo comentar que antes dude un poco de estudiar la normal, pero ahora estoy convencida que fue la mejor decisión que pude tomar y soy muy feliz en mi trabajo.
Aunque me falta mucha mucha experiencia, pues solo tengo un año de servicio, me he percatado que hay muchas necesidades que cubrir, y paradigmas que resolver para poder concluir satisfactoriamente esta aventura.
Al comenzar mi práctica docente me di cuenta y confirme lo que dice Ma. Del Carmen Diez, resumiendo sus palabras la escuela es el segundo hogar, por lo tanto como docente me siento comprometida a dar lo mejor de mi como persona, para que el trabajo cotidiano no sea obsoleto más bien sea una herramienta para nuestros alumnos, concluyo comentando que la aventura apenas comienza…
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